NOTA: Perdón por el atrasó… Los quiero
Por Jane.
En vísperas de navidad, observaba a todos en el instituto tan emocionados, tanto por el baile, cómo por los regalos y etc. Dudaba demasiado salir, mi padre no se había comunicado conmigo para la cena ni nada, Mark al parecer hacía planes con Winter, se me hizó muy extraño, ya que apenas hace dos semanas no podían ni verse, Armand… había ido de viaje, no sabía a donde, pero, la casa inclusive se volvía todavía mas oscura, Harry me había invitado con su familia, le había dicho que vería si podía ir, estaba ligeramente ilusionada, nunca había pasado una navidad con algún amigo, solo yo y Connor, Connor que se hacía cada vez mas grande y le costaba trabajo hacer las cosas que normalmente hacíamos, no era de sorprenderse, pero, no podía ni imaginar que pasaria si un día Connor no estuviera conmigo.
Empezaba a conocer a los empleados de la casa, sobre todo porque había regresado a trabajar la ama de llaves de la familia, que había estado de vacaciones, su nombre era Marie, una mujer ya adulta, hablabamos seguido, ella había críado a Armand.
-¿No ha llamado Armand?-no podía dejar ni un día de pensar en su paradero, llevaba su historial académico impecable, mas sin embargo iba a clases cuando quería, sus examenes eran perfectos, Marie se daba cuenta de mi interés por Armand.
-Hace unos días llamo y me preguntó por ti, pero, ¿Recuerdas que estaba de visita el joven Harry? le dije y colgó, desde ese día no se ha comunicado, siempre por estas fechas Armand desaparece, fue cuando su madre desapareció y se llevo a su hermana Stella, el joven Armand no es un amante de la navidad- Había tantas cosas que yo desconocía del pasado de Armand y sin embargo sentía que lo conocía, era muy ridícula-Creo que fue a su casa de verano en París, normalmente pasa por una temporada de depresión, el joven Mark algunas veces lo invitaba a casa en navidad, pero Armand rechazaba amablemente-Marie era como la tutora de Armand, el estaba tan…solo.
-¿Cómo que su madre desapareció?-Yo no sabía nada! Odiaba tanto eso, Marie parecía muy triste cuando hablaba así.
-Pues sí, Armand tenía una hermana menor se llama o llamaba Stella, Armand adoraba a su hermana, su madre siempre había tenido problemas con el Sr. Darksen, el padre de Armand, apenas Armand supó de su madre, ya que se volvió Modelo de una marca de ropa, su hermana Stella salió con ella en una revista, supongo que Armand por eso fue a París, pero, su madre hace unos días le pidió que no volviera a meterse en su vida ni en la de Stella-Sentí horrible, Marie me hizó gesto de despedida, ya era noche, estabamos a 3 días de 24 de diciembre , salí casi corriendo al cuarto de Armand, en su cama había una nota.
Jane:
Si estas leyendo esto, es seguro que no vuelva a casa, espero y disfrutes de la navidad y del baile con … Harry? Espero te vaya bien, he decidido ir a explorar el mundo, quiero conocer otras culturas, me agradabas demasiado para el poco tiempo que estuvimos conversando, si me porte como un patán fue porque no sabía como comportarme contigo, sabes? siempre quisé una bufanda…
Cuídate y Deje tu regalo en mi closet, disfrutálo.
Me quedé absorta en la carta, empecé a llorar terriblemente, caí de rodillas y me abracé a mi misma, abrí el closet y había una pequeña cajita con un collar, había un corazón y una luna, tenía apariencia muy costosa.
Había otra nota.
“Espero que nuestros corazones lleguen a comprenderse en algún futuro y recuerda que tu corazón duerme bajo el mismo cielo que el mío, también compartíamos el amor por la luna, no es así ?”
Armand, era terriblemente tonto, me daba cuenta que lo había perdido, pero, el había perdido todo, salí inmediato de la casa…
Al llegar al aeropuerto de París, pedí un taxi que me llevará a la dirección que me había dado el padre de Armand sobre la casa de vacaciones.
Armand estaba muy solo, me hubiera gustado que yo cuando mi madre me abandono y lloraba en la habitación mientras escuchaba el ligero golpeteo de las gotas de lluvia, me hubiera gustado que alguien me apoyará, así que sabía perfectamente como se sentía Armand en estos momentos y yo haría por el, lo que nadie hizó por mi.
Entré sin tocar, la casa estaba a oscuras, esperaba que el siguiera aquí, subí las escaleras, la casa era muy espaciosa para ser solo de vacaciones, había una puerta que daba directamente a la terraza, había juegos artificiales, la casa daba directamente a la vista magnifica de la torre eiffel, ví a Armand de espaldas, estaba apoyado en el barandal.
-Armand-lo abracé por detrás, sin importarme el pasado, ni el futuro, solo viviendo el presente, dejandome llevar por mis sentimientos.
El se giró, tenía los ojos rojos, parecía haber estado llorando, lo abracé todavía mas, el debía saber que yo estaba con el, que yo si lo iba a apoyar, no como los demás.
-¿Jane? ¿No es un sueño?-preguntó dulce y tiernamente, lo abracé y escuché el suave golpeteo de su corazón, parecía estar sincronizado con el mío.
-No, Armand, no es un sueño, yo estoy contigo, no estás solo y jamás volverás a estarlo, de eso puedes estar seguro-me quedé tan aferrada a el, el sin decir nada me devolvio el abrazo.
-¿A que has venido, Jane?-preguntó cortesmente, aunque podía ver como la voz de Armand temblaba, saqué la bufanda que llevaba en mi bolsa, era roja y tenía grabada una “A”, la había ido a buscar antes de partir de Londres.
-Querías una bufanda ¿No?-se la até al cuello y detuve los extremos, estaba muy en exageración Nerviosa, el asintió un poco sonrojado y con una sonrisa, nunca lo había visto sonreír, supe que nunca iba a querer ver otra sonrisa que no fuera la de Armand-Feliz Navidad.
Jalé bruscamente a Armand con los extremos de la bufanda y me puse de puntitas para poder encontrar sus labios.
El se inclinó y supe lo que era un beso…
….
Por Mark.
Estaba debajo del Big Ben, esperando a que Winter llegará, habíamos acordado salir ese día, observé su magnificencia al caminar, como su cabello se balanceaba de un lado a otro con el ligero trote que llevaba, su respiración, podía ver sus ojos azules iluminarse, había algo en mi corazón, pero no sabía exactamente que era, amor? amistad?
-Mark-llegó y me abrazó, llevaba ahí unos 3 minutos esperandola, yo creí que ella ya no iba a estar, ya que al principio había dudado en asistir, pero, no tenía nada que perder, habíamos quedado hacía una hora-Perdón por hacerte esperar-se acomodó su abrigo blanco, y sonrió un poco avergonzada-Es que la verdad dude mucho en venir, pero ya me tienes aquí-reí nerviosamente.
-Yo…-le iba a decir que yo tampoco iba a ir, pero ella puso un dedo en mis labios haciendo gesto de que callará, se acercó y me rodeó con sus brazos el cuello-¿Winter?
-Calla y Bésame-me incliné y nos besamos largo tiempo, hacía mucho frío, pero el calor de los labios de Winter me hacía sentir menos frío.
Nos tomamos de la mano y fuimos a un parque cerca, me di cuenta de que Winter llevaba una bolsa con un moño rojo, nos sentamos en una banca debajo de un árbol, yo también le había comprado algo, pero lo llevaba en una caja muy pequeña en mi abrigo negro, no había nada en el mundo que me hiciera mas feliz que sostener la mano de Winter, parecía haber sido hecha para sostener la mía, me di cuenta que estabamos hechos el uno para el otro.
-Te compre algo-dije tímidamente, me daba mucha pena, nunca me había gustado alguien que no fuera Jane, pero, era diferente, a Jane la quería proteger, como a una hermana, a Winter …
-¿Enserio?-Sonrió tan feliz que me sentí bendecido, asentí con la cabeza ruborizado completamente-Yo también te compre algo-sacó una caja diminuta pero larga, igual a la que yo había comprado-A la cuenta de 3 sacas mi regalo y yo el tuyo-tragué saliva, 1…2…3, ella sostenía un collar con una “W” y yo tenía el mismo collar con una “M”, me parecía tan raro…
Empezamos a reír al mismo tiempo, nunca había podido reír con tanta soltura, mi corazón latía fuertemente, mis ojos no perdían de vista los de Winter, fueron eternidades los que nos quedamos mirando, serios, risueños, pero, nos mirabamos como si nada en el mundo existiera. y me daba cuenta que no existía nada que no fueran los ojos de Winter, y nuestras manos que se estrechaban, parecía que no necesitaba aire, comida o agua, todo me llenaba con sostener sus manos y nos miraramos fijamente…
-Feliz Navidad-eso me hizó regresar a la realidad, el susurró de Winter, su voz era tan…hermosa, como las aves en un día de sol, como el canto de mil sirenas.
Nos abrazamos tan fuerte que dolía, pero era un dolor agradable, un dolor ilógico…
-Mark, yo te quiero-me susurró mientras nos abrazabamos, mis brazos estaban hechos para abrazar a Winter, estaban a la medida perfecta…
Por Jane.
Me levanté todavía pensando que todo había sido un sueño y no había pasado nada, fue cuando vi que Armand estaba a mi lado, el seguía dormido, nos habíamos quedado dormidos viendo películas, sin darme cuenta nos habíamos abrazado, enseguida solte un grito en mi interior y me tapé la boca ruborizada, cuando volví la mirada de nuevo a Armand, el ya estaba despierto y me miraba con gesto interrogativo, ya que seguía con las manos en mi cara, todavía me puse mas roja, el solo se rió, pero fue una risa tan…
-¿Que te causa risa?-pregunte avergonzada
-Tu-dijo sonriendo-¿Porque te tapabas la cara?-me quedé boquiabierta, ¿Como que porque? empecé a reír nerviosamente y asentí con la cabeza, no sabía que decir.
-¿Ayer en realidad paso?-pregunté ruborizada, el me abrazó de los hombros como si yo fuera un oso de peluche o algo así, me miró tan fijamente que no podía pensar bien.
-¿Que cosa? ¿Que nos besamos?-el parecía tan tranquilo, recargué mi cabeza en su hombre, ¡Si había pasado!-¿Ya no te acuerdas?-el frunció el ceño
-¿Cómo olvidarlo?-al parecer mis pensamientos habían alcanzado el habla-Digo…si te seguí desde Londres-estaba muy nerviosa, pero Armand se veía tan seguro de si mismo, el asintió con la cabeza y me acarició el cabello, iba a gritar de emoción, me giré y nos quedamos viendo, me di cuenta que empezaba o bueno desde hacía tiempo que mi corazón solo latía por el…
-Armand-grité emocionada por los acontecimientos y lo abracé fuertemente, por primera vez sentía que pertenecía a aquél lugar, precisamente con Armand.
-¿Vamos a desayunar?-me jaló de la mano, lo seguí, no sabía si estaba despierta o no, todo me parecía tan…irreal.
Fuimos a varios museos, pasamos a una cafetería, todo era tan genial, Armand era tan diferente a como creí que era, el hablaba perfectamente francés.
Pasamos junto a unos pósters. había una mujer y una niña, Armand se quedó observando, supuse que era su madre y Stella, la niña era casi igual de hermoso que Armand.
-¿Armand?-ibamos tomados de la mano, el se quedó HELADO, como si hubiera visto un fantasma, tragó saliva, apreté su mano-No te preocupes, yo estoy contigo, no estas solo-pareció regresar a la realidad, me abrazó y hundió su cabeza en mi cabello, nos quedamos largo tiempo así.
-Gracias Jane, por permitirme estar contigo-acaricie su rostro, pareció sonreir por unos segundos, veía a Armand mas humano, las mujeres cuando pasabamos por la calle lo miraban con absoluto asombro, Armand era bellísimo y con una sonrisa de felicidad que nada le podía quitar, me sentía muy afortunada de haber logrado que el me abriera su frío corazón.
-¿Oye piensas regresar conmigo a Londres verdad?-estaba muy ilusionada pero Armand se me quedó viendo sin responder…
Cuando Armand me fue a dejar al aeropuerto reprimí mis ganas de llorar y suplicarle que regresará, me quedé mirando la ventanilla, suspiré constantemente, quería muchisimo a Armand, quizás como a nadie, pero no quería obligarlo a hacer algo que el evidentemente no quería.
-Si quieres solo déjame en la entrada-traté de decir lo mas calmada posible, pero, era obvio que estaba muy triste.
-No, te iré a dejar-el llevaba mi mochila, me molestaba mas aún que todas las mujeres del aeropuerto lo miraban casi babeando, el me tomo de la mano como si no esto fuera demasiado triste.
A la hora de abordar el avión, simplemente el me susurró al oído.
-Hasta…Luego?-yo me quedé helada, ¿Que quería decir? tomé su mano y la apreté como si eso fuera a hacer que el cambiará de opinión.
Cerré lo ojos lo más que pude, el besó mis parpados y en cuanto abrí los ojos no había nadie, me di la vuelta y caminé al cruel destino que me esperaba…
…
Pasaba el tiempo tan rápido y triste que no me daba cuenta, Armand no me había llamado ni una vez, no me había mandado ni una carta, había pasado el año nuevo con Harry, Winter y Mark, había pasado muy rápido Enero y estaba a punto de ser febrero.
Acompañe a Winter el domingo 13 de febrero a ir a comprarle un regalo a Mark, pero me deprimía demasiado…
Llegué a la escuela y miré el pupitre de Armand vacío, suspiré, me habían dejado 24 cartas de admiradores secretos, 12 rosas y 9 tazas de chocolate, no me había apetecido leer ni una carta, aunque por puro respeto lo iba a hacer, le pedí a Winter que me ayudará a cargar, cuando salí al estacionamiento de la escuela me encontré con Armand recargado en su coche deportivo negro, llevaba unas gafas negras y una maleta, iba vestido con un pantalón estilo smokin y una playera blanca que se moldeaba con su hermoso cuerpo, había media escuela rodeandolo, traté de escabullirme, cuando el se percató de mi presencia.
-¡Jane!-se hizó un hueco de entre la gente y llegó a mí, me miró de arriba a abajo, tenía una sonrisa, se había quitado sus gafas, sus ojos estaban mas verdes y radiantes que nunca, creí que caería rendida de rodillas ante aquella perfección.
-Armand-dijé casi suspirando, volvía a sentirme viva, el me tomó en sus brazos y me besó apasionadamente, todos hicieron sonido de asombro, tome a Armand del rostro, me aferré a el temiendo que no escapará-¿Porque veniste? ¿Porque no me avisaste?
-Quería darte la sorpresa de San Valentín, tu y yo tenemos una cita pendiente-me pasó un brazo por los hombros y dejó mi mochila en el coche, todos nos miraban boquiabiertos…
Tenía la esperanza de que el iba a venir y se había cumplido, había hecho unos chocolates, estaban en una caja roja que decía “A&J” sabían muy ricos, según me había dicho Winter-
-Esto es para tí-saqué la caja y tragué saliva, el miró y sonrió.
-Las maletas de atrás son todas tuyas-había como 6 maletas atrás, fruncí el ceño-Y las del maletero.
Feliz San Valentín…pensé entusiasmada