
Estaba recargada mirando mi reflejo en la ventana, mi padre estaba recargado junto a la cocina con la misma mirada de siempre, tan vacìa, sin emociòn, ni sentimiento alguno posible, mi madre bajaba su maleta por la escalera, ella y yo no nos pareciamos demasiado, ella era rubia, ojos azules, bronceada, parecìa modelo de revista.
-Creì que minimo antes de irme no tendrìa que ver a esa "cosa"-dijo refiriendose a mi, como siempre esa mujer me habìa llamado, "cosa".
-Làrgate-dijo mi padre mientras se frotaba la cien malhumorado-¡Làrgate! ¿Estàs sorda? Te digo que nos dejes a mi y a tu madre a solas un momento-dijo gritandome, floreciò un sentimiento en su interior, quizas era odio.
Asentì con la cabeza, subì a mi cuarto, me sentè junto a la ventana y recargue mi cabeza sobre mis rodillas.
-Para mi ella siempre va a estar muerta-dijo mi madre.
Empezò a llover fuertemente, la habitaciòn estaba oscura.
-No es algo que hayamos escogido-dijo mi padre
Podìa escuchar todo y ellos lo sabìan, antes de darme cuenta empezaron a caer diminutas làgrimas sobre mis mejillas, cerrè los ojos y apretè mas mis brazos hacia mis rodillas a mi espalda junto a la ventana cayò un trueno que iluminò la habitaciòn.
Voltee hacia la calle.
Vi que habìa un cachorro cruzando la calle en la boca de un callejon oscuro, parecìa asustado y desconcertado, era un hermoso Husky Siberiano, baje las escaleras sin observar a mis padres, salì de la casa con paso ràpido, la lluvìa se hacia mas intensa mientras esperaba el alto para cruzar la calle, cuando por fin aparciò el alto, crucè la calle sin dudar ni un segundo, cuando estuve frente al cachorro me incline y le susurrè al oìdo:
-Vaya al parecer ninguno de los dos tiene un hogar y estamos muy solos, no hay nadie que cuide de nosotros-empecè a acariciarlo, vi que habìa alguien al final del callejòn susurrando mi nombre...
H E L E N A ! ! ! ! ! !
ResponderEliminarEs muy parecido al mio, pero ya que